Somos una gran familia contigo

//Somos una gran familia contigo

De nuevo, el próximo 11 de noviembre de 2018 nos disponemos a celebrar la jornada anual del Día de la Iglesia Diocesana. Con el lema «somos una gran familia contigo», se nos recuerda a los cristianos que por la fe y el bautismo somos hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Como dice san Pablo, en la Iglesia no hay extranjeros, ni forasteros, sino que todos somos miembros de la familia de Dios (cf. Ef2, 19).

«En la familia de Dios, en la Iglesia, la savia vital es el amor de Dios que se realiza en amarle a Él y a los demás, a todos, sin distinción ni mesura. La Iglesia es una familia en la que se ama y se es amado… La fe es un don y un acto que nos afecta personalmente, pero Dios nos llama a vivir, juntos, nuestra fe, como una familia, como Iglesia» (papa Francisco).

Por eso, los cristianos, igual que llamamos y sentimos a Dios «Padre nuestro», hemos de vivir con la conciencia viva que somos «un nosotros eclesial» y, por tanto, superar cualquier forma de separación entre ser cristiano y ser Iglesia. Expresiones como «Cristo sí, Iglesia no» denotan un déficit en la comprensión de la identidad cristiana, pues «es precisamente la Iglesia la que nos lleva a Cristo y nos dirige a Dios» (papa Francisco).

«Cuerpo de Cristo» llama san Pablo a la Iglesia para expresar así los vínculos y la interdependencia que existe entre los cristianos. Así lo explica el Concilio Vaticano II: «Como en la configuración de un cuerpo vivo ningún miembro se comporta de una forma meramente pasiva, sino que participa también en la actividad y en la vida del cuerpo, así en el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, «todo el cuerpo crece según la operación propia, de cada uno de sus miembros» (Ef 4, 16)».

Esto implica el esfuerzo común de todos, cada uno según su vocación, por «ser Iglesia» de modo activo. Se trata de ser «cristiano practicante» y no solo de nombre, pues, de lo contrario, ni disfruta de los bienes que Dios le ofrece por medio de la Iglesia, ni contribuye a su vitalidad. «Quien no contribuye según su propia capacidad al aumento del cuerpo debe reputarse como inútil para la Iglesia y para sí mismo» (Vaticano II).

Los datos que se reflejan en esta publicación ponen de manifiesto que, en nuestra diócesis nivariense, son muchos los cristianos que se sienten Iglesia y participan activamente en las celebraciones de la fe, en la predicación del Evangelio y en la práctica del amor fraterno. Damos gracias a Dios por todos ellos y les animamos a perseverar participando en la vida y misión de la Iglesia. Asimismo, invitamos a otros muchos a contribuir, según su propia capacidad y posibilidades, a las necesidades de la Iglesia.

¿Qué más debo hacer para ser miembro activo de la Iglesia? A todos nos viene bien reflexionar sobre «lo que la Iglesia hace por mí», «lo que yo estoy haciendo por la Iglesia» y, «qué más puedo hacer por la Iglesia». Sería un buen ejercicio verificarlo y ponerlo por escrito. Se trata de ponderar los beneficios de pertenecer a la familia de Dios, de verificar cómo se nota que pertenezco a esta familia y de asumir la responsabilidad de implicarme más en su vida y misión.

† Bernardo Álvarez Afonso

Obispo Nivariense

2018-11-06T10:06:53+00:00noviembre 6th, 2018|De parte del Obispo|0 Comments
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